La encefalitis es catalogada médicamente como una inflamación del cerebro, causada por infecciones que a veces son virales y otras son de origen bacteriano, que también puede darse como una respuesta autoinmune en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al cerebro. Los síntomas pueden variar desde fiebre y dolor de cabeza hasta convulsiones, confusión y pérdida de conciencia.
Por su seriedad y a atención que se debe tener ante esta enfermedad muy común, los días 22 de febrero se celebra el Día Mundial de la Encefalitis, una jornada que busca para aumentar la conciencia sobre la afección y educar al público sobre sus síntomas, causas y tratamientos.
La encefalitis puede tener consecuencias graves, siendo la detección y el tratamiento tempranos los modos cruciales para mejorar el pronóstico de los pacientes que la padecen. Entre los métodos de dianósticos más comunes que se utilizan, encontramos:
Imágenes por resonancia magnética (IRM) o tomografía computarizada (TC): son pruebas que pueden revelar hinchazón del cerebro u otras afecciones asociadas a la encefalitis.
Punción lumbar: un procedimiento por medio del cual se extrae una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo para analizarlo, en busca de las fuentes del problema, infecciones o inflamación.
Electroencefalograma (EEG): se crea un registro de la actividad eléctrica del cerebro que puede mostrar patrones indicativos de encefalitis.
Análisis de sangre, orina o secreciones: son pruebas primarias y rápidas para detectar virus u otros agentes infecciosos.
La detención temprana de la enfermedad y la elección del tratamiento adecuado con prontitud, están sustentados en la búsquedas de las Las causas de la encefalitis, que en cada paciente pueden ser variadas:
Infecciones virales: como el herpes simple, el virus de la varicela-zóster y los enterovirus son causas comunes.
Infecciones bacterianas: también las fúngicas o parasitarias.
Reacciones autoinmunes: el sistema inmunitario ataca por error las células del cerebro.
Otras causas: que en algunos casos puede ser desconocida y desconcertante para médicos y pacientes.
De acuerdo al origen de la inflamación o causa subyacente, los médicos tratantes tienen diferentes opciones terapéuticas a elegir, entre otras:
Antivirales: uno de los más comunes es el aciclovir, que se utiliza si la infección es causada por un virus del herpes zolter.
Antibióticos: para aquellas inflamaciones con causa bacteriana.
Esteroides: para reducir la inflamación del cerebro.
Anticonvulsivos: para controlar las convulsiones.
Reposo en cama y líquidos: que aplica solo en aquellos casos cuyos síntomas son leves en el enfermo.
La encefalitis es afección que puede atacar a personas de todas las edades, con una alta tasa de mortalidad y morbilidad. Según cifras de de Encephalitis International, la incidencia global de encefalitis varía mucho, aunque se estima que hay alrededor de 5 a 10 casos por cada 100,000 personas al año.
En América Latina, en cambio, la incidencia de encefalitis no se encuentra documentada como en otras regiones, pero se presentan indicios de que la encefalitis autoinmune tiene más prevalencia en la región que en otras partes del mundo. En tal caso, la falta de diagnósticos precisos y la subnotificación a los organismos competentes, pueden contribuir a una menor visibilidad de los casos en los países latinoamericanos.