Muchas formas de preparación tiene el café, esa bebida tan popular en todas partes, que sin duda obsesiona por igual a baristas y bebedores fanáticos alrededor del mundo. El café expreso o café exprés se lleva la medalla de oro entre el modo más usado para la sustracción del exquisito líquido a partir del grano tostado y molido del coffea, nombre científico del café.
El expreso se obtiene de una cafetera, ideada para conseguir sacar la bebida de manera más rápida a partir de un sistema de alta presión, logrando un sabor y textura ultra concentrados.
La primera máquina de hacer café expreso data de 1884, siendo una creación del italiano Angelo Moriondo, aunque hay quienes dicen que ya en 1822 un francés, de nombre Edouard Loysel de Santais, había presentado una cafetera en la Exposición Universal de París que era capaz de preparar hasta 2.000 taza en apenas una hora. Sin embargo, fue Moriondo a quien la historia le reconoce el invento, por haber sido el primero en obtener una patente para tan genial artilugio.
Sabor exprimido: la palabra italiana espresso da cuenta del proceso de exprimir o forzar al café molido hasta conseguir el líquido tan preciado por los baristas y bebedores fanáticos de esta bebida. En su preparación se utiliza un café molido muy fino y poca agua.
Cafeína controlada: una taza corta de café expreso tiene entre 29 y 100 miligramos de cafeína, dependiendo de su preparación, mientras que una taza doble llega a contener hasta 185 miligramos.
Histórica fama: se hizo popular a finales del siglo XIX, en plena revolución industrial en Italia, ya que los trabajadores utilizaban menos tiempo en su preparación en los recesos laborales y podían regresar más rápido y más activos a sus jornadas productivas.
Con más cuerpo: el café expreso llega a tener un 2.5% más de grasa, a diferencia de otros tipos de preparaciones como el café filtrado, ya que en la emulsión de la bebida se extrae el aceite de los granos de café, haciendo que sea más cremoso y tenga más cuerpo.
Un tesoro del bel paese: el gobierno de Italia tiene regulaciones para el expendio del caffé espresso en los bares de toda la nación, para garantizar que los consumidores y, en especial los turistas, obtengan una bebida hecha bajo los más estrictos parámetros de calidad, al mejor estilo italiano.