Seguramente más de una vez tu mamá te envió a limpiarte los oídos con ellos, pero ¿sabías que usar cotonetes para limpiar los oídos podría dañarlos?
A pesar de que esta no es la primera vez que alguien nos lo advierte, muchas personas continúan limpiando sus oídos con hisopos.
Un estudio realizado por investigadores del Nationwide Children's Hospital de Estados Unidos encontró un dato alarmante.
Alrededor de 12 mil 500 menores de 18 años acuden a los servicios de emergencia cada año debido al uso incorrecto de estos bastoncillos.
Es decir, al día 34 niños y adolescentes terminan con lesiones en los servicios médicos.
Esto ocurre porque al usarlos para limpiar el interior de los oídos se puede dañar el tímpano.
El Hospital de Henry Ford en Michigan reportó que el 60% de los casos de perforación de tímpano se deben al mal uso de cotonetes.
¿Entonces cuál es el correcto uso de los hisopos?
Los cotonetes están hechos para limpiar el exterior de los oídos, es decir las orejas.
Es en estos bordes donde suele acumularse la grasa que produce el cuerpo, así como polvo y otros microbios que vienen del medio ambiente.
Sin embargo, incluso cuando sólo se limitan a hacer esta limpieza externa, las personas corren el riesgo de herirse.
El estudio señala que el tímpano se encuentra tan solo a 2.4 cm de distancia del conducto auditivo externo.
Las perforaciones de tímpano también se han realizado por accidentes al limpiar las orejas.
Muchas personas creen que la cera que se cumula en los oídos es suciedad e intentan eliminarla de su cuerpo.
Sin embargo, esta sustancia llamada cerumen mantiene a los oídos lubricados, limpios y protegidos contra los agentes externos.
Los oídos no requieren limpieza de nuestra parte, ellos tienen un ciclo propio de “autolimpiado” que ocurre con el tiempo.
Cuando los oídos acumulan suficiente cantidad de cerumen, lo expulsan poco a poco con el movimiento de nuestra mandíbula y se cae al bañarnos.
Si los limpiamos con cotonetes podríamos empujar el cerumen a la parte interna del oído o provocar otros daños en el oído. También podría quedarse algodón dentro del oído y provocar una infección.
La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología recomienda no introducir cotonetes, clips, plumas ni ningún objeto en los oídos para evitar lesiones.
Si existe dolor, pérdida auditiva o secreción en los oídos es importante que consultes inmediatamente a tu médico.