No hay consenso: la adaptación de Cien años de soledad, célebre novela del colombiano Gabriel García Márquez producida por Netflix, ha recibido elogios y duras sentencias de parte de los críticos de cine, presentando una gama diversa de opiniones. ¿Gustó o no la serie? ¿Es posible guiar a la audiencia del popular streaming sobre cuánto vale la pena o no sentarse a ver los ocho episodios de su primera temporada?
"Cien años de soledad es un libro con una estructura narrativa compleja a la que cuesta llevar el ritmo, pero entre sus relecturas se esconde algo mucho más interesante que una historia costumbrista de entretenimiento. No es de lo que se trata, sino de lo que quiere contar. Ahí es donde la serie hace un trabajo de orfebrería desentrañando la complejidad del original: es una historia sobre la soledad inherente a la condición humana, el peso de la memoria, la fragilidad del poder y, sobre todo, los ciclos inevitables de la vida. Su fortaleza son sus personajes y su contexto; son una invitación a reflexionar sobre la naturaleza del tiempo y la búsqueda del sentido", reseñó Rafa Domínguez para el portal de Hobbyconsolas.
Repasemos un poco el meollo de la división de apreciaciones buenas y malas, sin intención alguna de llegar a una conclusión definitiva.
Es verdad que algunos críticos -también espectadores mortales conversando en sus redes sociales- han elogiado la serie por su fidelidad a la obra original destacando, sobre todos los elementos de un trabajo audiovisual, la calidad de la producción. Para muchos, la serie de Netflix sí logra atrapar al espectador y meterlo en el núcleo espiritual del realismo mágico al estilo Gabriel García Márquez.
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La serie ha sido descrita como una adaptación fascinante y uno de los mayores logros culturales de la plataforma Netflix para latinoamérica, con una puntuación perfecta de 100 sobre 100 en algunas plataformas críticas, como la popular Rotten Tomatoes. Se valora, especialmente, la decisión de mantener la narración en off para enlazar emocionalmente al espectador con la novela original.
"Mi primer contacto fue escéptico, distante e incluso indignado por la osadía de atreverse a profanar uno de mis templos literarios. Pero he entrado. El impresionante Macondo creado en los andes colombianos por el equipo de Netflix ha acabado fusionándose irremediablemente con el mío. Los Buendía de la serie, todos, son ya mis Buendía. Ya no imagino una Úrsula mejor que Marleyda Soto; ni una Pilar Ternera más auténtica que Viña Machado; no puedo ver la ternura y determinación del coronel Aureliano Buendía en otro actor que no sea Claudio Cataño… Por no hablar del Melquíades que compone el español Borja Moreno", dejó en claro Juan Silvestre en el portal de Fotogramas.
En fin, que la serie ha sido muy bien valorada en tanto apuesta ambiciosa y honorable, que logra equilibrio entre la maravilla de la novela y las luchas inevitables de los personajes para adaptarse al cambio de lenguaje. También destaca, creen muchos espectadores, por tener una narración clara y comprensible para públicos más amplios que solo aquellos fanáticos de la literatura de García Márquez.
No todos se han rendido ante los pies de la producción estrella de Netflix Latinoamérica, también hay que decirlo. Algunos críticos, entre ellos el venezolano Sergio Monsalve, la han catalogado de "despropósito" y "muy mala" serie.
@sergiotuliomonsalve El fiasco de “Cien Años de Soledad” en Netflix. No se entendió el sentido hondo de la novela y se convirtió en todo lo que el Gabo no quería: una adaptación desangelada y sin vida de su obra maestra, con una estética de Narcos en el trópico, amén de tropos y esteteotipos del buen salvaje en LATAM. Un reduccionismo televisivo que carece de la fuerza y del encanto del realismo mágico original. No hay poder de evocación. Por tanto, solo se justiifica como excusa para volver al libro, a Macondo y certificar la vigencia de una obra mestra que nunca igualará la inteligencia artificial que anima a la clónica serie de Netflix. #cienañosdesoledad #gabo #gabrielgarciamarquez ♬ original sound - Sergio Monsalve
A quienes no les ha gustado, palabras más o palabras menos, la cuestionan por no haber logrado capturar la esencia "realista y mágica" de la novela o haberlo hecho de un modo forzado, sin verdad, con actuaciones distantes que no conectan con el espectador.
El periodista y escritor español Sergio del Molino, en una nota titulada Cien años de soledad en Netflix: una serie horrorosa, un interminable anuncio de café, publicada el fin de semana en el diario El País, reseña que: "No hay un alma ni una voz detrás, y eso hace que desbarranque desde la primera secuencia y no haya forma de que vuelva a enderezarse. Después de verla, lo mejor es volver al libro de García Márquez".
Sin embargo, todos parecen coincidir en que la serie tiene un logro fundamental, basado en su hermosa fotografía, ambientación y dirección de arte.
Así que, como ocurre con frecuencia con películas y series que generan muchas expectativas antes de sus estrenos, con Cien años de soledad nuevamente los críticos no logran ponerse de acuerdo. Mucha admiración por el esfuerzo y el resultado final, contrasta con grandes reservas sobre si la magia garciamarquiana y su peculiar Macondo son realmente posible traducir al lenguaje audiovisual.
Mientras se ponen de acuerdo, la aceptación del público ha sido magnifica: número uno y dos en series más vistas en México y Venezuela, respectivamente, desde su estreno el pasado jueves 11 de diciembre.