¿Cuál será la mejor forma de disculparse con un hermano por haberle puesto una zarandeada? Pensemos en eso, pero primero hay que decir que la primera victoria del León llegó por la puerta grande. No podía ser de otra forma. Incluso hasta en el resultado se esperaba una buena diferencia. Y al final, el 4-0 del Monday night Brother nos dejó a todos tan felices.
El partido fue un buen agarrón en el que León sacó la mejor parte, pero no significa que fue toser y cantar para la Fiera. Pachuca tuvo sus momentos, incluso dos grandes disparos que fueron directamente al palo y que pudieron darle emoción al partido. Pero bueno, entre que Roberto de la Rosa no termina de encontrar el arco y que les mandamos a Di Yorio en calidad de delantero ‘poderoso’, los Tuzos van a tener poquito gol en el torneo.
Regresemos a la actuación de León: contrario al hermano Pachuca, el equipo se ha reforzado bien. Y van llegando más elementos que fortalecen la propuesta de Larcamón. Ayer, sin ir más lejos, vimos mejores versiones de Mena y Dávila, también, Angulo hizo un gran partido, en esa posición que ya sabemos que tiene dueño y no es otro que Fidel Ambriz, que ya regresó y lo hizo con medalla de oro al cuello, igual que Oscar Villa.
Los goles cayeron en el momento justo. El 3-0 al final del primer tiempo pudo haber parecido excesivo, pero fue muestra de la contundencia del equipo. ¿Cuántas veces no habíamos pedido contundencia? Pues la vimos. Sí, al comienzo del segundo tiempo Pachuca tuvo respuesta, hicieron buenas jugadas, se vieron hábiles, ágiles, pero después León comenzó a dominar el trámite. Los cambios funcionaron bien y ya para terminar, cayó el gol de Brian Rubio que dejó un marcador totalmente imponente.
Valió la pena la empapada que se pusieron algunos en el estadio. Les tocó cantar una buena cantidad de goles. Y ahora, pensar con calma en lo que sigue: seguir incorporando a los refuerzos y que se prepare como se debe el juego contra los Tigres. Tal como están los otros felinos, bien se les puede ganar. En fin, ¿ya pensaron en las disculpas para el hermano? Nosotros decimos: “Bro, aunque no lo creas, me dolió más a mi que a ti”.
¡Dale León!