Entre el 30 y 50 personas de cada 100.000 en el mundo pueden estar sufriendo de distonía y, tal vez, no lo sepan. Se le identifica como un trastorno neurológico que ocasiona incómodos movimientos involuntarios, por contracciones musculares, que pueden ser repetitivos y contorsionados, produciendo problemas de temblores, calambres, parpadeos desmedidos, dificultades al hablar, entre otros.
Por alguna extraña razón, esta condición está más presente en la población europea que en la de otras partes del mundo. Por ello, los días 15 de noviembre se celebra el Día Europeo de la Distonía, efeméride que busca llamar la atención sobre esta dolencia que se manifiesta en algunos individuos de forma focal o generalizada, incluso en niños.
El célebre chef catalán, Jordi Roca, es una de las personas europeas en sufrir con esta condición, siendo la causa principal que lo llevó a perder la voz durante un tiempo.
La distonía tiene un componente hereditario y una incidencia mayor en las mujeres, en particular la distonía cervical. También se han observado desencadenantes no genéticos relacionados a la comorbilidad de otras enfermedades y con el uso de algunos medicamentos antisicóticos o antagonistas de dopamina.
La comunidad médica la cataloga entre las enfermedades sin cura, pero los neurólogos sí que cuentan con algunos tratamientos que ayudan al paciente a minimizar el efecto molesto de los síntomas. La revista Medline Plus, por ejemplo, señala que las inyecciones de botox, la fisioterapia y algún tipo de procedimiento quirúrgico, pueden ayudar al paciente a convivir mejor con la enfermedad.
Cuando la distonía es focal el paciente ve afectada solo una parte específica de su cuerpo, que es lo que ocurre, por ejemplo, con la tortícolis espasmódica o la distonía del brazo, siempre presentes en adultos.
En los niños, en cambio, es más frecuente la forma generalizada de la distonía, lo que se manifiesta paulatinamente, iniciando siempre con temblores y calambres en las piernas.
Tanto en adultos como en niños, la distonía también ocasiona molestas nauseas, que suelen mejorar con el uso de determinados medicamentos, siempre recetados por médicos especialistas.