¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Tabla de Multiplicar?

Rosa María Rappa 15 noviembre, 2024
 ©Pixabay - Una lógica sencilla que ayuda a hacer cálculos mentales rápidos y certeros

A muchos niños no les hacía gracia aprenderse de memoria la tabla de multiplicar, pero este invento del filósofo griego Pitágoras es digno de todo recuerdo. Tanto así que el 15 de noviembre se celebra su existencia y utilidad a nivel mundial.

Pitágoras

 ©Redes sociales - Inventor de la tabla de multiplicar

La conmemoración resalta la importancia de la tabla de multiplicar en el desarrollo de las capacidades cognitivas de las personas que la aprende, sobre todo aquellas habilidades que tienen que ver con el cálculo aritmético y los procesos mentales matemáticos.

Matemáticas que deben ser divertidas

¿Quién puede negar su utilidad en la vida cotidiana si la tabla nos ayuda a calcular el valor de la canasta de alimentos cuando vamos al mercado por ellos? Las operaciones matemáticas simples que hacemos a diario debe su facilidad a la existencia de la tabla de multiplicar, que por siglos se ha utilizado para la realización de operaciones rápidas y cálculos precisos.

Algunas experiencias de su aprendizaje han sido tortuosas a lo largo de la historia, aunque esto no se deba a la sencillez de su lógica. La neurocientífica argentina, Andrea Goldin, por ejemplo, señala que las matemáticas en sí no son complicadas, ya que el cerebro humano es capaz de identificar números incluso a los pocos días de nacido.

Matemáticas divertidas

 ©Pixabay - El cerebro del recién nacido está capacitado para reconocer los números

"Pese a la mala prensa, las matemáticas, las ciencias exactas y las naturales son parte del quid de herramientas que ya tiene nuestro cerebro -al nacer- con potencial para desarrollar", señala Goldin en entrevista publicada en 2023 en el portal uruguayo El Observador.

De ahí, dice la neurocientífica, la memorización de la tabla de multiplicar no solo es recomendable en los niños, sino que es una herramienta para el aprendizaje lúdico de la ciencia. "Deberíamos jugar muchos más, incluso siendo adultos", sentencia Goldin a favor de un aprendizaje de las matemáticas como experiencia amena y divertida.

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