Otra peculiar celebración, que vista bien, tiene muchos méritos. El Día Mundial del Termómetro se celebra el 22 de diciembre para reconocer la importancia de este instrumento y rendir homenaje a su invención. ¿Pero quién lo creó? Pues nadie más y nadie menos que el famoso científico italiano del renacimiento, Galileo Galilei.
Todos sabemos que el termómetro es un dispositivo fundamental para medir la temperatura corporal o ambiental en diversos campos, como la ciencia, la tecnología y la medicina. Casi todos tenemos uno o dos en casa, para su uso doméstico.
Lo que no es tan popular conocer es que la fecha de esta celebración coincide con el aniversario del nacimiento de Galileo Galilei, quien en 1592 inventó el primer termómetro, que originalmente llamó termoscopio. Consistía en un tubo de vidrio con un bulbo en un extremo y fue, definitivamente, el precursor del dispositivo que actualmente usamos para medir temperaturas en Celsius (°C), Fahrenheit (°F) o Kelvin (°K).
Fue un científico italiano considerado como el padre de la ciencia moderna. Sus contribuciones a la ciencia, la astronomía y la matemática han sido fundamentales, a lo largo de los siglos, para el desarrollo de la revolución científica y la implementación del método científico:
Metodología experimental: introdujo la observación de los hechos y su sometimiento a condiciones controladas en experimentos. Por ejemplo, demostró que todos los cuerpos caen al mismo tiempo, independientemente de su peso, lanzando objetos desde el Campanile de Pisa.
Astronomía: confirmó el modelo heliocéntrico del universo con sus observaciones telescópicas. Descubrió los satélites de Júpiter, lo que ponía en duda la idea de que la Tierra era el centro del universo.
Matemática: estudió matemática en la Universidad de Pisa y en Florencia y u trabajo fue fundamental para establecer las leyes de la dinámica.
Física: descubrió las leyes que rigen la caída de los cuerpos y el movimiento de los proyectiles.
Invenciones: inventó el termoscopio y una máquina para elevar agua.
Galileo fue el prototipo perfecto de lo que se llamó un hombre del Renacimiento, siempre interesado en casi todas las ciencias y artes. Su trabajo fue definitivo y contribuyó a la separación de la ciencia, la filosofía y la religión. Y, también hay que decirlo, al rechazo de la lealtad ciega a la autoridad: Galileo Galilei fue condenado por herejía y pasó sus últimos años en arresto domiciliario.