Esta proteína está rodeada de estigmas, por eso te hablaremos sobre los falsos mitos de la carne de cerdo.
La carne de cerdo es benéfica para el organismo ya que aporta diversos nutrientes.
También provee minerales como el zinc, el potasio y vitaminas como la B y la K.
A continuación, desmentimos algunos mitos con base en información de MSD Salud Animal en México.
Se ha difundido el rumor de que para mantener una dieta saludable se debe optar por eliminar el cerdo y elegir otros alimentos como los vegetales, sin embargo, una dieta equilibrada debe ser variada y con todo tipo de nutrientes.
La carne de cerdo es una excelente opción, pues existen cortes magros como el lomo, filete y solomillo, mismos que cuentan con bajos niveles de grasa.
Cualquier alimento mal manipulado es peligroso para la salud, por lo que es fundamental tener buenos hábitos de higiene, limpieza y una excelente cocción de los alimentos, para evitar contraer infecciones.
Los productores porcícolas cuentan con certificaciones que cumplen con estrictas medidas de higiene y seguridad. Si se cumple con lo anterior, puedes disfrutar sin preocupaciones del corte o platillo de tu elección.
No todos los alimentos de origen vegetal facilitan la digestión y no toda la proteína animal es igual.
La carne de cerdo tiene una digestibilidad del 90%, alta en comparación con otros alimentos.
Se cree que las personas mayores o aquellas con enfermedades cardiovasculares y diabetes no deben comer carne de cerdo, pero esto no es cierto. Además, este tipo de carne aporta altos niveles de potasio frente a una mínima cantidad de sodio, por lo que es segura para las personas con hipertensión.
Para aquellos que deben alimentarse cuidando el colesterol, también es una buena alternativa pues por cada 100 gramos de carne, hay solo entre 45 miligramos y 50 miligramos de colesterol.
Se dice que comer carne de cerdo incrementa el riesgo de adquirir alguna infección en heridas abiertas.
Sin embargo, es importante consumir carne fresca con una correcta manipulación del producto y una cocción y preparación adecuadas para evitar cualquier problema, sin importar el tipo de carne.